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  • SE at Tec de Monterrey

El verdugo resultó víctima de sí mismo

Actualizado: 13 abr 2020


Carla Andrea Vega Castillo | Estudiante de Ingeniería en Desarrollo Sustentable


La pandemia como un espacio de reflexión para la identidad masculina


Para entender la situación actual a la que estamos expuestas las mujeres en el confinamiento debido a la pandemia de Covid-19, no es necesario el uso de una esfera de cristal y mucho menos de una vidente. Existe evidencia de cómo el abuso doméstico ha aumentado a partir de esta crisis sanitaria: en París a partir del confinamiento se incrementó un 36% las intervenciones policíacas por casos de violencia domestica; en Inglaterra, “Refuge”, asociación dedicada a la lucha contra la violencia doméstica, detectó que incrementado 150% las llamadas en su línea de asistencia. (Kottasová, 2020)


Estas cifras son alarmantes si se considera que en México 46.5 millones de mujeres, de 15 años y más, han sufrido violencia de cualquier tipo alguna vez en su vida. (INEGI, 2019). A veces parece que el agresor de una mujer es una persona externa, sin embargo, en el 44% de los casos las mujeres han sufrido agresiones de su esposo o pareja actual (INEGI, 2019), y no olvidemos que la violencia también es ejercida por los familiares de la víctima. La violencia puede desencadenar en feminicidio. Se calcula que entre 9 y 10 mujeres son asesinadas cada día en México, de acuerdo con cifras recaudadas por la ONU.


Siendo grande la cantidad de casos donde una persona cercana agredió a una mujer, el confinamiento provocará que la víctima conviva con su agresor las 24 horas del día, siendo ésta una situación preocupante. La prueba se observa en el incremento del número de llamadas debido a violencia doméstica en la ciudad de Mérida, México: en marzo 2019 la “línea mujer” recibió 71 llamadas y solo 26 fueron de emergencia; en marzo de 2020 fueron 122 llamadas, de las cuales 76 fueron de emergencia. (AIM, 2020).

La violencia contra la mujer se puede entender como una forma en que la sociedad perpetúa la organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo por parte del hombre, denominada patriarcado. Con el propósito de eliminar la violencia hacia la mujer es necesario decodificar los roles de género, esos que determinan los roles que un hombre o una mujer deban cumplir, esos que fueron creados para poder privilegiar a unos y oprimir a otros. Donde lo masculino se construye a partir de los conceptos de la dominación, la crueldad y la falta de empatía. Mientras que lo femenino, se le otorga la subordinación y la complacencia. Un claro ejemplo de cómo funcionan los estereotipos de género en la sociedad, se presenta en la siguiente tabla.


Imagen tomada de Feminsmo para principiantes

“La identidad masculina se basa en el “deber ser” aparentando constantemente su virilidad, su fortaleza, su competitividad, su valentía…” No obstante estas cualidades tienen un gran costo: dificultad para expresar sentimientos; depresión, alcoholismo, drogadicción, suicidio, ataques de ira, entre otros, al no cumplir con el ideal que la sociedad impone (Varela, 2019)

La identidad masculina al ser una ideología de poder que sirve para justificar la dominación de los hombres es meramente una conducta aprendida por la humanidad, por lo tanto, se puede cambiar.

La relación entre la identidad masculina y la violencia de género es un tema ineludible, si dejamos perpetuar las relaciones de poder entre hombres y mujeres, a partir de prejuicios basados en el género, será inevitable el incremento de los feminicidios. Es así como el confinamiento social podría ser un espacio de reflexión para los hombres, ya que muchos salieron de su lógica productiva, patriarcal y machista, siendo así oportuno un espacio que genere cambios importantes en su conducta, que tenga efectos positivos en su vida y en quienes los rodean. Este cambio será posible a través de la toma de conciencia, el propio cuestionamiento, la responsabilidad en sus acciones y la renuncia de los privilegios que este sistema otorga a los hombres, por el hecho de nacer varones, es así como podremos acabar con el virus del patriarcado.

“Cambiar el pequeño mundo de cada uno es la única manera de cambiar el mundo” (Ruiz-Huerta, 2020)

Si presentas algún tipo de violencia en el hogar esto números podrían ser de tu ayuda:

  • Red Nacional de Refugios para mujeres: línea telefónica para pedir ayuda, 55-56-74-96-95 en la capital y 800-822-44-60.

  • Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia- 55-55-33-55-33.

  • Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres correo: conavim@segob.gob.mx


Referencias

AIM. (7 de Abril de 2020). La violencia contra la mujer en Mérida se disparó en la cuarentena. Obtenido de Diario de Yucatán: https://www.yucatan.com.mx/merida/la-violencia-contra-la-mujer-en-merida-se-disparo-en-la-cuarentena?fbclid=IwAR1v4THbQzasBmN_FhtcpdzgZXPd5nKnwngPaiYJdsSL0oVqv2MABGQNwiQ

INEGI. (21 de NOVIEMBRE de 2019). “ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA..." Recuperado el 10 de Abril de 2020, de COMUNICADO DE PRENSA NÚM. 592/19: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/Violencia2019_Nal.pdf

Kottasová, I. (6 de Abril de 2020). Women are using code words at pharmacies to escape domestic violence during lockdown. Recuperado el 10 de Abril de 2020, de CNN: https://edition.cnn.com/2020/04/02/europe/domestic-violence-coronavirus-lockdown-intl/index.html

Ruiz-Huerta, P. (22 de marzo de 2020). El hombre confinado. Recuperado el 10 de Abril de 2020, de Tribuna Abierta: https://www.eldiario.es/tribunaabierta/hombre-confinado_6_1008659143.html

Varela, N. (2019). Feminismo para principiantes. Ciudad de México. Penguin Random House.

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