La implementación de nuevas energías en plantas de alimentos

Natalia Sofía Cantú Barboza | Estudiante de Ingeniería en Alimentos

Cuando vamos al supermercado y compramos comida y pasamos por los pasillos de todos estos alimentos que pueden estar en anaquel y durar una gran cantidad de tiempo antes de que caduquen, en ese momento en el que eliges el cereal que más se te antoja, y cuando llegamos a casa a desempacar y ordenar las compras, en lo que abres el refrigerador y guardar la leche y lo volver a cerrar y abrir para terminar de guardar todos los productos de refrigeración, no nos hemos puesto a pensar en cómo es que obtenemos los alimentos que podemos conseguir tan fácilmente con una simple ida al supermercado, o a la central de abastos o cualquier lugar donde se pueda surtir abarrotes.

Hoy en día, en un mundo donde cada vez vemos, oímos y hasta presenciamos desastres naturales ocasionados por el cambio climático que se ha ido propagando a la rapidez de un virus pandémico mundial, son pocas las veces en las que como sociedad nos detenemos a cuestionarnos qué es lo que debe cambiar y lo que está enfermando a la Tierra.

Para mí, la pasión por los alimentos y la comida me hace involucrarme directamente hacia el impacto que la industria alimentaria tiene en el mundo, pues, cualquier alimento tiene un valor diferente en cada persona, los alimentos y la comida son capaces de crear emociones que se convertirán en memorias, desde recordar los “Bon Ice” pasando por la calle o los danoninos congelados, etc. Entonces, es ahora, cuando me detengo a pensar lo que hay detrás de un producto, ya sea algo tan simple como una manzana que puedo encontrar en el supermercado, o una barra de chocolate empaquetada, cuestionarme todos los procesos que están detrás de ese producto o alimento que compro, desde los plantíos, la mano de obra, la recolección, cuando llega a la parte de la industrialización para después pasar a su comercio.

En consecuencia, a mi criterio, la industria alimenticia una de las que más áreas de oportunidad tiene para hacer un cambio importante y de gran impacto en el mundo, pues simplemente partiendo desde la agricultura, y las maneras en las que pueden reducir su huella de carbono buscando nuevas maneras de ser sustentable para minimizar el desperdicio de agua, en el que justamente hay desabasto mundial, mientras éstas empresas desperdician agua para completar con sus procesos. Y otro de ellos, es cuestionar porque si a su nivel poderoso económico que tienen, no han sido capaces de cambiarse a energías limpias y renovables, como lo es la energía solar, hidroeléctrica, y eólica, que son las más prominentes en México actualmente, y claro, depende de cada planta, pero pone en duda sus valores ésta falta de resultados a los nuevos cambios.

Empresas que admiro mucho por su crecimiento y su capacidad de innovación como lo son PepsiCo ® , Nestlé ® , Bimbo ® , etc., que proporcionan muchas oportunidades de becas para estudiantes y pelean mucho porque su personal crezca de manera integral y a la par están “comprometidas” con la sociedad y el medio ambiente sobre reducir su uso de plástico para 2030, son empresas gigantes, que a pesar de todos éstos compromisos, no han hecho cambios drásticos como los que necesita el planeta Tierra, es comprensible que los cambios toman su debido tiempo, pero si éstas propuestas ya llevan varios años en sus portales, ¿cómo es que no hemos visto un cambio todavía?. Creo fielmente que la presión social sobre ellas, es lo que ayudarán a que evolucionen sus procesos a que sean más sustentables y de menor impacto para el mundo, por lo pronto habrá que esperar para ver en que resulta y cómo son sus avances, y no perder la esperanza de que nosotros como ingenieros en alimentos, podemos lograr un pequeño impacto desde el lugar en el que estemos.