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Ana SofÃa Jacobo Molina | Estudiante de IngenierÃa en Desarrollo Sustentable
¿A quién no le gusta tener ropa nueva cada temporada y más si puedes adquirirla a precios muy bajos? Claramente, actualizar el clóset cada seis meses y a bajo costo es algo que a la mayor parte de la población nos gusta. Sin embargo, pocas veces (o sino es que nunca) nos fijamos en la calidad de las prendas que compramos, ya que el estilo de la ropa, el color y por supuesto el precio es lo que más capta nuestra atención.
Actualmente la industria del fast fashion, conformada por marcas como H&M, Zara, Bershka y Forever 21, ha provocado que la ropa deje de ser funcional antes de lo esperado y asà compramos y desechamos cada vez más prendas. Además, ahora las tendencias del mundo de la moda duran muy pocos meses y hace que nos volvamos adictos a las compras y, a la larga, afecta nuestra economÃa.
Por otra parte, según la ProcuradurÃa Federal del Consumidor (PROFECO), las empresas de esta industria fabrican sus colecciones en maquiladoras asiáticas, como Bangladesh o India, donde la mano de obra es altamente barata y las condiciones de trabajo son para nada dignas. Sumado a esto, los materiales que utilizan para las prendas son en su mayorÃa fibras sintéticas derivadas del petróleo, como el poliéster, nylon o acrÃlico, mismos materiales utilizados para la fabricación de desechables. Todo esto les permite a las empresas producir en masa y a gran velocidad por un precio muy bajo.
Al igual, el fast fashion no solo infiere en la calidad de vida de los trabajadores, sino que también tiene repercusiones en el medio ambiente. De acuerdo con la ONU, la producción textil es responsable del 20% de las aguas residuales globales y del 10% de las emisiones mundiales de carbono, lo que nos dice que la producción de nuestras marcas de ropa favoritas no es muy sustentable.
Al mismo tiempo, el consumo de energÃa de dicha industria es excesivo tanto en la producción de las prendas como en su transporte. Respecto a la producción, la maquinaria comúnmente utiliza combustibles fósiles lo que causa un gran gasto energético y una cantidad inmensa de emisiones de gases de efecto invernadero. También, al ser una industria deslocalizada, existen miles de kilómetros entre los puntos de producción, distribución y ventas, por lo que el transporte es esencial y al recorrer largas distancias, supone un consumo de energÃa mayor. Finalmente, el mantenimiento de las prendas (lavado, secado y planchado) conlleva un gasto de energÃa con el uso desmedido de electrodomésticos, puesto que al adquirir cada vez más ropa, mayor es el uso de éstos.
Impactante, ¿no? Pensar que esa blusa que tanto te gusta o que tus jeans favoritos tienen un gran impacto en el medio ambiente, en la vida de miles de personas y un consumo exagerado de energÃa, ya no los hacen tan atractivos ni tan bonitos ¿verdad? Considero importante comenzar a fijarnos en el background de la ropa que estamos a punto de comprar y no solo en el outfit que vamos a armar o en cuánto nos va a costar. Creo que muchos de nosotros preferirÃamos invertir en un buen armario que nos durará muchos años, en lugar de actualizarlo cada seis meses, y disminuir el consumo desmedido de recursos por la industria textil.
Referencias
Chan, E. (2020). Fast Fashion: el sistema de la moda que ha muerto, ¿qué ocurrirá después? VOGUE. Recuperado de: https://www.vogue.mx/moda/articulo/fast-fashion-sus-desventajas-y-como-evitar-consumirla
Forbes Staff (2019). Bershka, C&A, Zara y otras ‘fast fashion’ están en la mira de la Profeco. Forbes México. Recuperado de: https://www.forbes.com.mx/bershka-ca-zara-y-otras-fast-fashion-que-estan-en-la-mira-de-la-profeco/
LuzÃa (2020). ¡Que viva la moda… sostenible! La energÃa de LuzÃa. Recuperado de: https://laenergiadeluzia.es/que-viva-la-moda-sostenible/
RodrÃguez, F. (2019). Zara, C&A y otras marcas fast fashion en la mira de Profeco. Fashion Network. Recuperado de: https://mx.fashionnetwork.com/news/Zara-c-a-y-otras-marcas-fast-fashion-en-la-mira-de-profeco,1167503.html